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«Sería interesante que las autoridades sanitarias tuviesen mayor consciencia del enorme potencial sanitario que tienen los farmacéuticos, nuestro modelo de farmacia y distribución, y cuenten con ellos más asiduidad»

Entrevista a Eladio González, presidente de la Cooperativa d’Apotecaris de Balears y FEDIFAR

Los farmacéuticos, un servicio esencial durante la pandemia, han sufrido en primera persona las consecuencias de la Covid-19, estando al pie del cañón desde el minuto uno. ¿Cuáles son los principales problemas con los que se han encontrado durante este tiempo y cómo les ha afectado psicológicamente el trato con pacientes y familiares?

La labor realizada durante la pandemia por parte de los profesionales farmacéuticos, desde el minuto uno, ha sido extraordinaria. Las oficinas de farmacia, con el apoyo imprescindible desarrollado por las empresas de distribución farmacéutica, han posibilitado que todos los ciudadanos hayan podido acceder con normalidad a los medicamentos y productos sanitarios que han necesitado, prestando durante todo este tiempo un excelente servicio sanitario. No se nos escapa que hemos estado trabajando enfrentados durante todo este tiempo a numerosas dificultades y momentos muy complicados, tanto a nivel personal como profesional. Las puertas de las oficinas de farmacia se han mantenido en todo momento abiertas, siendo el farmacéutico en ocasiones el único sanitario que atendía de manera presencial las necesidades de los ciudadanos. Nuestra condición de ser los profesionales sanitarios más cercanos al ciudadano y la estrecha interacción con los usuarios a la hora de atender sus necesidades en materia de salud ha sido, en estos momentos tan difíciles, especialmente duro desde el punto de vista psicológico. Nos hemos encontrado con situaciones muy complicadas que, lógicamente, nos han afectado mucho.

La figura del farmacéutico siempre es la de alguien que sirve de apoyo para el ciudadano. ¿Han notado como ese papel ha crecido durante todos estos meses en los que la gente ha estado muy desconcertada?

Indudablemente. Tanto los farmacéuticos como los mayoristas farmacéuticos han mostrado su total compromiso con la ciudadanía durante todos estos meses tan duros, desde el primer momento. Los distribuidores garantizando el suministro habitual de medicamentos y productos sanitarios a las oficinas de farmacia y trabajando duro para atender la elevada demanda de material de protección frente a la Covid-19, y los farmacéuticos estando en la primera línea sanitaria frente a este desafío para el sistema, demostrando vocación de servicio público y compromiso social, garantizando el acceso a los medicamentos y ofreciendo consejo sanitario. Hay un ejemplo muy claro del gran papel asistencial que ha jugado la farmacia durante esta crisis sanitaria -aunque no se aplicara por igual en todas las comunidades- y me estoy refiriendo a la atención farmacéutica domiciliaria autorizada para esta situación y la entrega a domicilio, a través de la farmacia, de fármacos de ámbito hospitalario para evitar las visitas de pacientes a estos centros. Eso es algo que, sin duda, han sabido apreciar los ciudadanos que han acudido durante estos meses a una farmacia. El reconocimiento más importante de todos.

Además de farmacéutico y presidente de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR), preside usted la Cooperativa Apotecaris. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la cooperativa durante los próximos meses?

Seguir manteniendo la calidad de servicio que hemos dado hasta ahora. Esto se ha conseguido gracias a la magnifica labor desarrollada por trabajadores, empleados y ejecutivos de la Cooperativa. Hay que resaltar los cambios estructurales y el esfuerzo del equipo humano, no visible desde el exterior. El mayor reto para la Cooperativa d’Apotecaris seguirá siendo el de ser un aliado leal, comprometido y eficiente con la oficina de farmacia, con nuestros socios y con el conjunto de la sociedad balear. Esto se traduce en seguir garantizando el acceso a los medicamentos por parte de todos los ciudadanos a través de las oficinas de farmacia, en condiciones de equidad, calidad y seguridad. Seguiremos reforzando nuestra parte logística, para ser cada día más eficientes, y continuaremos invirtiendo e innovando para prestar el mejor servicio posible a las farmacias y a la sociedad balear, que es nuestro objetivo prioritario.

A su juicio, ¿qué medidas son imprescindibles, además de la vacunación masiva, para que se pueda poner fin cuanto antes a esta pandemia?

En estos momentos, el primer paso que debemos dar para poder dejar atrás cuanto antes la pandemia es poder conseguir la inmunidad a través de la vacunación masiva de la población. Para cumplir este objetivo, tendremos que disponer cuanto antes de un número de vacunas suficientes. Una vez que esto suceda, deberemos analizar todo lo que ha pasado durante estos meses para poder sacar lecciones que nos ayuden en el futuro a enfrentarnos mejor a posibles situaciones similares. Por ejemplo, sería interesante que las autoridades sanitarias tuviesen mayor consciencia del enorme potencial sanitario que tienen los farmacéuticos, nuestro modelo de farmacia y nuestra distribución, y cuenten con ellos más asiduidad. Podemos llegar hasta donde quieran las administraciones que lleguemos.

Desde su relación con las farmacéuticas, ¿cómo prevé que será la distribución en Baleares de las diferentes vacunas del mercado y en qué situación sanitaria se llegará al próximo verano, siendo la temporada alta de actividad económica de la isla?

Más que de previsión, algo que en estos momentos de incertidumbre en los que vivimos me parece muy aventurado, me gustaría hablar de deseo. Espero que la distribución de la vacuna en Baleares se realice de la forma más ágil y rápida posible para que, con la mayor brevedad posible, pueda estar vacunada el mayor número de ciudadanos. La velocidad equivale a vidas. Sería deseable que antes de que se inicie el verano pueda estar vacunada un porcentaje muy elevado de la población de las islas. El turismo es una actividad económica clave para Baleares, de la que dependen muchas empresas y, por tanto, muchos puestos de trabajo, por lo que espero que este deseo sea una realidad de cara a esos meses de verano. No tengo una bola de cristal, pero estoy convencido de que las autoridades sanitarias trabajan para que así sea y, para ello, saben que pueden contar con el apoyo y la ayuda tanto de los profesionales farmacéuticos como de la distribución farmacéutica.

Con qué propósitos y nuevos desafíos afronta la Cooperativa d’Apotecaris este 2021?

Con los mejores propósitos, como no puede ser de otra manera. Ante nosotros tenemos un periodo de incertidumbre, lo que constituye un gran desafío que esperamos superar de la manera más exitosa posible, con mucho trabajo y mucho esfuerzo. En gran parte todo dependerá de que se cumplan los objetivos de vacunación y que, de este modo, la sociedad recupere la actividad normal. Esperamos que así sea para que 2021 acabe siendo lo más exitoso posible para todos.

«Los efectos del Brexit los sufriremos a más largo plazo, no sé si este verano o en 2022»

Entrevista a Antoni Mercant, presidente de la Cambra de Comerç de Mallorca

Pronto se cumplirá un año desde el inicio de la pandemia del Covid-19, ¿cuáles son los principales problemas que le trasladan los empresarios y cómo se trata de ayudarles desde la Cambra de Mallorca, por ejemplo, con la gestión de fondos europeos?

La incerteza es muy angustiante. Nadie es capaz de predecir con exactitud cuándo retomaremos la normalidad. Se vislumbra la luz al final del túnel, pero no será lo mismo, ni mucho menos, una relajación de las restricciones de movimiento en marzo que en julio o en septiembre. Y la incerteza no es cuestión solo de fechas, también de normativa, sobre lo que podemos hacer hoy pero mañana no. Las normas cambian constantemente. Ningún país del mundo ha dado con la solución perfecta. Esta incerteza nos dificulta planificar el futuro con todo lo que conlleva económicamente ¿cuándo podré sacar a mis trabajadores del ERTE? ¿aguantarán mis ingresos con tantas restricciones? ¿podré hacer frente a todos los gastos que sigo teniendo? ¿cuándo volveremos a ver turistas en nuestras calles?

Ante esta grave situación, la Cámara de Comercio está acompañando a los empresarios. Informamos y asesoramos sobre las ayudas públicas existentes y seguimos ofreciendo nuestros servicios gratuitos, en colaboración con distintas administraciones: gestión de altas y bajas de autónomos, planes de empresa para mujeres, tramitación -ahora telemática- de documentación para la exportación, ayudas directas a la innovación tecnológica, etc.

Recientemente, la Cámara de España ha creado un portal web y una unidad de apoyo llamadas ‘Objetivo Transformación’ con el fin de recopilar información sobre todas las convocatorias oficiales de proyectos financiables con fondos europeos. Será sin duda una gran herramienta para asesorar sobre el marco regulatorio, las novedades legislativas y los procedimientos aplicables a distintos programas de fondos.

Estoy convencido de que el sistema cameral, por su naturaleza público-privada, va a ser clave en el proceso de recuperación y reconstrucción de nuestra economía que propiciará el Fondo Next Generation.

La dependencia del turismo en la economía mallorquina es incuestionable. ¿Cómo prevén desde su entidad que podrá desarrollarse la temporada de este próximo verano?

Estos meses serán clave para saber qué verano tendremos. En primer lugar, debemos controlar la pandemia: exigimos una vacunación ágil y rápida. Y, evidentemente que se vayan eliminando, con seguridad, las restricciones de movimiento y de contacto social. Todo esto no solo en España, sino también en nuestros principales mercados emisores. En segundo lugar, debemos recuperar la confianza como destino seguro. No podemos, de ninguna manera, perder otro verano.

Desde su punto de vista, ¿considera que esta crisis sanitaria va a cambiar, en mayor o menor medida, el modelo productivo de las islas? ¿Por dónde creen que se orientarán los futuros pasos de nuestra economía local?

No se puede cambiar el modelo de la noche a la mañana. Pero debemos aprovechar la situación para mejorarlo. En estas últimas cinco décadas, el auge de un sector turístico intensivo en mano de obra ha ejercido como polo de atracción de la inmigración, llegando a duplicar la población. Y si le sumamos los 15 millones de turistas, de media concentrados en 3 meses, la presión humana satura el territorio y provoca desequilibrios sociales y medio ambientales.

Ante este contexto, desde la Cámara de Comercio apostamos por un crecimiento económico, en el que el turismo, sin ninguna duda, seguirá siendo nuestro motor pero que proteja nuestros recursos naturales y mejore la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Es difícil recuperar la industria que hemos perdido estos años. Pero debemos luchar para recuperar nuestro sector agroalimentario y dar paso a las economías verde y azul, así como apostar fuertemente por sectores tecnológicos.

Por su experiencia al frente de la Cámara de Comercio de Mallorca, ¿detecta algunos nuevos sectores de actividad florecientes en la isla que puedan suponer un impulso para nuestro PIB en el corto o medio plazo?

El sector náutico podría ser este complemento ideal para generar riqueza. Tenemos las mejores empresas de reparación y puesta a punto de todo el Mediterráneo. La Cámara ha apostado este año por organizar, con éxito, la primera feria virtual del sector náutico balear, la Balearic Yacht Show, y nuestro objetivo es convertirla en un referente mundial. Ahora ya estamos trabajando en la web Balearic Marine para dar continuidad a la feria y aglutinar los 365 días del año toda la información relacionada con este sector, que sea un punto de encuentro entre oferta y demanda y sea, además, una potente plataforma de promoción del sector.

A los efectos de la pandemia en las islas hay que unirle también aquellos otros derivados del Brexit. ¿Puede hacernos una breve radiografía de cuáles están siendo en Mallorca las consecuencias principales de la salida del Reino Unido de la UE?

Es pronto para analizar las primeras consecuencias. No llevamos ni 30 días tratando al Reino Unido como “tercer país”. El acuerdo implica una transición hacia las nuevas relaciones comerciales que se van implementando paulatinamente. Por ejemplo, en la exportación de productos agroalimentarios se clasificaron cuáles estarían sometidos a control aduanero en enero y cuáles no lo estarían hasta marzo, con el objetivo de evitar saturaciones.

Por otro lado, es obvio, que la Covid-19 no nos deja ver los efectos reales: la exportación e importación de productos está reducida al mínimo y no nos llegan turistas. Los efectos del Brexit los sufriremos a más largo plazo, no sé si este verano o en 2022. Veremos cómo reaccionan los ciudadanos ingleses a estas nuevas normas de juego: ¿venderán sus segundas residencias? ¿dejarán de invertir en Mallorca? ¿los nuevos trámites aduaneros encarecerán mucho nuestros productos o seguiremos siendo competitivos para el mercado británico? ¿los barcos de bandera británica apostarán por nuestras empresas de reparación?

¿Con qué propósitos y nuevos desafíos afronta la Cambra de Mallorca este 2021?

Tenemos varios retos muy importantes este 2021 que estoy convencido verán la luz con éxito. Solo cito algunos ejemplos, para no extenderme demasiado: queremos ser referente en la gestión de los Fondos Next Generation; estamos trabajando para lanzar el mes de marzo una Oficina de Transformación Digital; tenemos ya abierta la convocatoria de este año de Dona Impuls, gracias a la cuál realizamos, en colaboración con el IBDona, planes de empresas gratuitos a proyectos liderados por mujeres; queremos consolidar la plataforma digital para los trámites de exportación puesta en marcha este mes; y no tengo ninguna duda en que vamos a aumentar el número de beneficiarios de la formación gratuita de Garantía Juvenil con el campus virtual que acabamos de inaugurar.

«Hasta 2019 los datos eran espectaculares: como destino de otoño-invierno Palma estaba creciendo un 6% anual»

Entrevista a Pedro Homar, director gerente de la Fundació Turisme Palma 365 del Ajuntament de Palma

El escenario que está dejando la pandemia es muy incierto. ¿En qué está trabajando la Fundació Turisme Palma 365 en estos momentos?

Durante todos estos meses de pandemia, desde la Fundación no hemos parado ni un solo segundo de promocionar Palma, reinventando todo lo que tiene que ver con la promoción turística. Hemos apostado por los canales digitales y trabajando el entorno virtual, yendo a un público objetivo muy determinado y, eso sí, cambiando los mensajes e incluyendo conceptos como la seguridad.

 

Qué balance hace de la temporada tan atípica que está acabando y qué pronóstico hace para el verano de 2021.

El balance es nefasto. Si podemos destacar algo positivo sería la prueba piloto que se realizó que puso de manifiesto la capacidad resiliente que tiene Palma como destino turístico. Sobre el futuro, es una situación cambiante y todo es muy incierto pero lo que sí hemos constatado es que «existen ganas de viajar» por parte de la gente.

 

¿Cree que sucesos como éste, que lleva marcando nuestras vidas desde el pasado mes de marzo, van a cambiar el modelo turístico en general y, más concretamente, el de las Balears?

No sé si lo cambiará pero sí creo que debería hacerlo. Debemos ser mucho más competitivos en lo que hacemos bien. En estos momentos, la tecnología es una piedra angular para la promoción turística.

 

Llevamos años hablando de fomentar las desestacionalización del turismo en las islas, pero la dependencia de la temporada alta sigue siendo determinante. En la situación actual el papel de la desestacionalización podría ser clave para mitigar el parón económico del invierno. ¿Cómo lo ve desde su punto de vista?

La desestacionalización es un reto y sobre ese reto se montó el proyecto de Palma 365 hace 8 años. Hasta 2019 los datos eran espectaculares: como destino de otoño-invierno la ciudad de Palma estaba creciendo alrededor de un 6% anual. Pero para tener unas temporadas medias-bajas buenas, debemos tener primero una gran temporada alta.

 

Qué retos se propone la Fundació Turisme Palma 365 para los próximos meses.

Por un lado, acelerar nuestro proceso de transformación digital y, por otro, seguir con el desarrollo del Plan Impulsa Palma, un proyecto a tres años en el que llevamos trabajando durante todo este verano, apoyados por la Secretaría de Estado de Turismo, con 12 proyectos estructurales y coyunturales para la promoción turística de la capital con el objetivo de alcanzar un entorno 100% digital, desde el punto de vista de la promoción, la experiencia de cliente, etc. Además, debemos ser capaces de comunicar la necesidad de dar ese salto especialmente en la pequeña y mediana empresa y, por último, estudiar cómo incorporamos la inteligencia turística y el manejo de bases de datos al día a día de nuestra estrategia promocional.

«Tres cuestiones: eficiencia, innovación y equidad, en las que Balears tiene mucho camino por andar y que difícilmente recorrerá si sigue centrada en el cuánto»

Entrevista a Antoni Riera, director técnico de la Fundació Impulsa Balears y catedrático de Economía Aplicada de la UIB

Las alusiones a una posible nueva crisis económica vuelven a ser una constante en los medios de comunicación. ¿Cuál es su punto de vista como economista y qué datos maneja Impulsa Balears para hacer un pronóstico de lo que está por venir a corto plazo?

El 2019 se despide, en casi todas las áreas económicas del mundo, con una tasa de crecimiento inferior a la del año anterior. Balears no es una excepción. Las previsiones económicas disponibles para 2020 recortan de nuevo el marcador de crecimiento de la economía balear.

Los indicadores son muy claros en este sentido. La mayoría pierden aceleración, lo que constituye el preámbulo de menores tasas de crecimiento

Ahora bien, los indicadores no apuntan necesariamente a una nueva recesión sino a una etapa de ‘bajo crecimiento’ o estancamiento como el que vivió Japón tras el estallido de su burbuja inmobiliaria durante la década de los noventa. Los indicadores son muy claros en este sentido. La mayoría, independientemente de su signo, pierden aceleración, lo que constituye el preámbulo de menores tasas de crecimiento.

Sea como sea, la intensidad y duración de este episodio de desaceleración dependerá, por el lado de la demanda, de la capacidad de mantener el gasto de las familias y, por el lado de la oferta, de la capacidad de mantener la inversión pública y privada y reorientarla hacia mejoras de productividad. Tenemos margen para ello. De lo contrario dentro de 8 o 10 trimestres sufriremos.

El PIB de esta tierra descansa en la industria turística. ¿Qué medidas deberían adoptarse para que nuestro modelo siga siendo un referente internacional y, al mismo tiempo, para lograr una economía fuerte que reduzca su dependencia de la bajada de poder adquisitivo en los mercados emisores?

Balears es y seguirá siendo una economía turística. Sin embargo, es preciso reconocer que la ecuación localización-precios-plazas se nos está quedando atrasada. Ya no garantiza los réditos que nos merecemos, ni desde el punto de vista privado ni desde el punto de vista social. Mejorar el retorno de la inversión a los operadores del sector y garantizar la aportación del turismo a las rentas regionales y su contribución positiva al balance social y ambiental de las islas equivale hoy a abordar una reformulación estratégica. No en vano, reformular es siempre el primer paso para crear una nueva realidad. Tenemos que dejar atrás la idea de que Balears es un destino maduro y empezar a pregonar que es un destino sofisticado.

Conocemos el producto, conocemos los canales, conocemos el cliente… Podemos y debemos encontrar la fórmula que nos permita diferenciarnos desde una apuesta muy decidida por la creación de más valor. El volumen ya no resalta nuestro atractivo.

Nos puede explicar en qué consiste la misión principal de la Fundació Impulsa Balears, con la que colabora directamente Bufete Buades.

La Fundación Impulsa Balears es el resultado de una apuesta estratégica de CAEB, el Govern de les Illes Balears y un conjunto, cada vez más amplio, de empresas de las islas convencidas de que el impulso de la competitividad global del archipiélago es clave para facilitar el tránsito de la economía balear hacia un estadio de desarrollo económico más avanzado, en un contexto en que las islas están retrocediendo posiciones a un ritmo acelerado. Para ello, la Fundación aporta a los actores regionales el conocimiento estratégico y los mecanismos de cooperación necesarios para avanzar juntos, desde la identificación de necesidades estratégicas, la propuesta de nuevas fórmulas generadoras de valor y el óptimo aprovechamiento de las capacidades existentes.

La solución a nuestros problemas está en el ‘cómo se crece’. Porque detrás de éste se esconde el grado de eficiencia con el que una sociedad utiliza los recursos de que dispone

Si usted fuera el responsable de las políticas económicas y laborales de esta comunidad autónoma, ¿hacia dónde las dirigiría para fomentar sectores de actividad estables y alternativos o complementarios al turístico?

Si me encontrará en esta tesitura, orientaría las políticas, no sólo económicas o laborales, sino también las ambientales y sociales a incidir en el ‘cómo crecemos’. A día de hoy, buena parte de las propuestas que persiguen aliviar las tensiones entre economía-medio ambiente y sociedad siguen centradas en el ‘cuánto se crece’, en el ‘cuanto se crecerá’ o en el ‘cuánto debería crecerse’.

Sin embargo, la solución a nuestros problemas está en el ‘cómo se crece’. Porque es detrás del ‘cómo se crece’ que se esconde el grado de eficiencia con el que una sociedad utiliza los recursos de que dispone. Porque es detrás del ‘cómo se crece’ que se esconde el grado de innovación de una sociedad a la hora de idear soluciones tecnológicas que permiten generar valor. Porque es detrás del ‘cómo se crece’ que se esconde el grado de equidad con el que una sociedad distribuye las rentas y garantiza la capacidad de sus miembros para contribuir y beneficiarse del progreso.

Tres cuestiones: eficiencia, innovación y equidad, en las que Balears tiene mucho camino por andar y que difícilmente recorrerá si sigue centrada en el cuánto. 

El término competitividad se pronuncia de forma recurrente cuando se habla de actividad económica. ¿Por qué medidas concretas pasa su fortalecimiento? ¿Es imprescindible contener siempre los salarios? ¿Eso no afecta directamente a la reducción del consumo y, por tanto, a la facturación de las empresas? ¿Qué otras opciones existen?

En un entorno altamente cambiante como el actual, no solo cambia la tecnología, la geopolítica… sino también los conceptos, los paradigmas… Hoy no se puede seguir apelando a la competitividad desde la concepción, tradicional y reduccionista, de competitividad-precio y situar los precios, los salarios o el tipo de cambio en el centro de una estrategia de competitividad. Porque nada es hoy como era ayer. Hoy la competitividad apela a un amplio conjunto de factores que determinan tanto la capacidad de un país o región de generar bienes y servicios que satisfagan las exigencias de los mercados internacionales como de mejorar, simultáneamente, la calidad de vida de su población.

En los últimos recursos publicados por la Fundación Impulsa Balears, el archipiélago se sitúa en la posición 173 del ranking de competitividad global integrado por 264 regiones europeas

Desde esta perspectiva, en los últimos recursos publicados por la Fundación Impulsa Balears, el archipiélago se sitúa en la posición 173 del ranking de competitividad global integrado por 264 regiones europeas. Este resultado continúa situando las islas en un tramo de competitividad ‘baja’ que entraña fortalezas y debilidades de gran calado. Así las cosas, obtenemos una buena puntuación en pilares básicos –como salud (12), infraestructuras (38) y educación básica (81)–, pero suspendemos en los impulsores de la eficiencia –como son la educación superior (223) y la eficiencia del mercado de trabajo (196)– o en impulsores de la innovación –principalmente en términos de sofisticación empresarial (163) y capacidad innovadora (195).

Hay que ajustar estas posiciones, no queda otra. Trabajar sobre la competitividad para ganar en prosperidad. Ser, en definitiva, sujetos a la vez que partícipes del futuro.

«Me entusiasma trabajar para el cine, lo que detesto es la industrialización del acto creativo musical»

Fotografía: Alberto García Alix

Entrevista al músico mallorquín Joan Valent, director de orquesta, compositor e intérprete de talla internacional

¿Cómo se lleva ser «el único español vivo que publica la compañía de música clásica Deutsche Grammophon”?

Sí, parece que esta circunstancia se esta convirtiendo en mítica.

Bueno es una circunstancia bonita, al menos desde el punto de vista emocional; cuando era joven, adolescente, una de mis prioridades al recoger cuatro “duros” por mi cumpleaños era ir a Galerías Preciados a comprar un disco de esa compañía, donde estaban todos los grandes directores, pianistas y compositores que yo adoraba. Estar bajo ese mismo cielo es muy bonito, y exige una gran responsabilidad en la calidad de la música que escribes y cómo la interpretas. Ni te imaginas lo exigentes que son cuando mandas un nuevo trabajo y lo ponen bajo juicio de valor.

Este año ha presentado su último trabajo Poetic Logbook. ¿Cómo le explicaría en qué consiste el disco a alguien que desconociera de su trayectoria? ¿Poesía musicada, melodías versificadas…?

Poetic Logbook es el primer disco de una trilogía donde quiero exponer mi momento musical y el recorrido personal por la poesía del mundo que en algún momento de mi vida me ha atrapado. Considero que la poesía es el vehículo mas sofisticado que tiene el ser humano para elevar su existencia, para explicar lo mas profundo, bello y horrible que tiene en si nuestra especie. El verbo da sentido a lo que entendemos, y con la música intento ligar, con mucho respeto, ese sentido a través de la música.

Ha perseguido la inspiración en EE.UU., México y ahora Mallorca, ¿cuál de esas tres «musas» ha sido el amor de su vida?

Más que perseguir la inspiración, he perseguido la supervivencia y la posibilidad laboral. Durante treinta años he vivido en el extranjero y en Madrid donde podía desarrollar profesionalmente mi oficio. Como arreglista, como compositor para cine, como compositor sinfónico… nunca me gusto la docencia, y el ejercicio de compositor en Mallorca es complejo, no salen muchas oportunidades de las que sacar un mínimo provecho para salir adelante. Ahora es diferente, ya no necesito ir a buscar trabajo, el trabajo me llega, eso es un lujo, y es fruto de muchos años de trabajo. Y en esa situación, el mejor lugar donde escribir, vivir, es sin duda Mallorca.

Su trabajo en el cine ha tenido un gran reconocimiento fuera del circuito clásico, con nominaciones a los Goya en 2014 por «Las brujas de Zugarramurdi» (Álex de la Iglesia) o a los Globos de Oro en 2015 por la música de la película «Birdman» (Alejandro González Iñárritu). Aún así, ha manifestado recientemente que no trabajará para el cine industrial, ¿cuál es el motivo?

Me entusiasma trabajar para el cine, lo que detesto es la industrialización del acto creativo musical. Y por necesidad, o por oportunidad hubo unos años en los que la producción musical que dedicaba al cine era muy grande, acababa una película y empezaba otra, un sin parar ni a pensar que música te gustaría realmente hacer. Ahora me encanta poder elegir donde participar y es donde el director de la película y yo podamos desarrollar un lenguaje común en el que la música y el acto creativo tengan un lugar especial, un sentido claro dentro de la dramaturgia de la película.

¿Puede explicarnos cuándo inició su relación personal o profesional con Bufete Buades y la naturaleza de la misma en la actualidad?

Mi relación con Bufete Buades empieza fuera del despacho y por razones mas relacionadas con el amor que con la abogacía. Teresa y Juan son sin duda unas amistades que se alojan en la intimidad de mi vida. Con ellos he vivido, y vivo momentos que están muy cercanos a lo mas bello que da la amistad.

¿Cuáles son los próximos retos profesionales que entusiasman a Joan Valent?

Bueno, el próximo mes de febrero editamos el single del próximo disco que saldrá en octubre del 2020, y mientras tanto, espero llenar teatros del mundo con Poetic loogbook. Es una vida apasionante que espero compartir en Mallorca muy pronto con todos ustedes.

«Es imprescindible que el turismo se considere como una “cuestión de Estado” y se aplique una política turística integral que le confiera un tratamiento prioritario»

Entrevista a Maria Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca

Con apenas un mes de diferencia se han producido dos elecciones, unas generales y otras autonómicas, que entre muchas otras cosas afectan a la normativa turística de las Balears. ¿Qué se espera desde la FEHM para el futuro inmediato del sector?

Hasta el momento no hemos conseguido que la Administración avance al mismo ritmo que el sector empresarial hotelero, que ha realizado un esfuerzo sin precedentes en el reposicionamiento de la planta hotelera, con una clara aportación de valor que se ha traducido en una diversificación de la oferta, alargamiento de la temporada turística, creación de empleo, mayor rentabilidad… Sin embargo, como decía, la Administración no ha sido ágil en ese sentido, no ha sabido acompañar al sector con incentivos fiscales a la inversión, con actuaciones en los espacios públicos y en la mejora de infraestructuras, con reducción de trabas burocráticas.

Es necesario poner en marcha una campaña de apreciación del turismo; la colaboración público-privada que desde el sector hotelero siempre hemos reivindicado debe ser real y efectiva para tener los resultados positivos que nuestra comunidad precisa, y los partidos que integren el nuevo gobierno deberían compartir la visión respecto al turismo y trazar una hoja de ruta clara y bien definida.

Hace unos días apelaba a la necesidad imperiosa de “gozar de seguridad jurídica” para aportar estabilidad a una industria de la que dependen, directa o indirectamente, gran parte de las familias de esta comunidad. ¿En qué criterios deben basarse esas garantías jurídicas?

Es imprescindible que el turismo se considere como una “cuestión de Estado” y se aplique una política turística integral que confiera a la actividad turística el tratamiento prioritario que merece. Precisamos un marco regulatorio amplio que abarque los aspectos del turismo en su conjunto y que atienda a su transversalidad.

Otro aspecto fundamental es la necesidad de disminuir las cargas administrativas y económicas a las que están sometidas las empresas evitando duplicidades y simplificando los trámites administrativos, reduciendo los costes fijos de las empresas con una fiscalidad que incentive y no penalice. Son cuestiones clave para la mejora de la productividad y de la competitividad.

Para el sector hotelero es prioritario poder continuar con el proceso transformador iniciado hace unos años al amparo de la DA4 de la Ley del Turismo 8/2012. Para ello debemos tener una normativa urbanística que fomente la inversión y dé continuidad a las reformas de la planta hotelera, que han permitido incrementar la calidad, mejorar la eficiencia y ofrecer un mejor servicio.

Uno de los temas que genera más controversia en la actualidad es la regulación del alquiler vacacional. ¿Qué opinión le merece este asunto a la FEHM y cómo cree que debería actuarse en las diferentes modalidades de viviendas: plurifamiliares, unifamiliares, grandes ciudades, pequeñas localidades rurales…?

Desde la FEHM siempre hemos sido muy claros sobre este tema. El alquiler turístico ha existido siempre y ha convivido con la oferta hotelera. El problema, como todos sabemos, radica en la eclosión de las plataformas de comercialización, sobre las que no había ningún tipo de control. Como suele suceder, ha habido un desarrollo más rápido de la iniciativa privada que de la Administración, que se ha visto desbordada y por su lentitud en reaccionar les ha hecho “llegar tarde” una vez más.

Lo que pedimos es que las viviendas destinadas a alquiler turístico tengan las necesarias licencias, pues, de lo contrario, se está amparando su ejercicio clandestino. Igualmente, que estén sometidas a las mismas obligaciones tributarias que derivan de su ejercicio como persona física o jurídica, esto es, la declaración y liquidación, según sea el caso, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Impuesto sobre el Valor Añadido, Impuesto de Sociedades, etc.

También deben tener unas exigencias de servicio y calidad exactamente iguales al sector hotelero y pasar por los mismos controles de inspección que los operadores tradicionales. Lo que venimos reclamando es que la inspección turística cuente con los medios personales y materiales suficientes  para garantizar un cumplimiento de la normativa en igualdad de condiciones para todos los agentes. Hoy en día no se entiende que la Administración no esté dotada con herramientas tecnológicas potentes para su labor de inspección y que cruce los datos de Turismo con Hacienda para detectar oferta ilegal.

Relacionado con lo anterior, ¿qué opinión le merece el debate alrededor de la masificación turística en Mallorca y, si lo tiene, qué papel ha jugado el alquiler vacacional en esa percepción?

Hablamos de masificación y hemos de ser muy cuidadosos con los términos que empleamos. Estamos lanzando mensajes continuamente en ese sentido y eso acaba calando en nuestros mercados emisores. En ciertas ferias, los agentes turísticos nos preguntaron si Baleares tiene un problema con los turistas, y eso es preocupante.

Es evidente que la irrupción de nuevos modelos de negocio, que se han amparado bajo el paraguas de una mal llamada economía colaborativa, pone en peligro el delicado equilibrio territorial de nuestras islas por el crecimiento desaforado y descontrolado de esta oferta de alquiler.

Es por ello que, más allá de las normativas autonómicas, creemos que esta cuestión es lo suficientemente importante como para que el Gobierno de España tome cartas en el asunto y ponga freno a este tema, aprobando, en base a sus competencias, un marco regulatorio estatal, común a todo el territorio nacional, orientado a garantizar el derecho a la vivienda, a la convivencia, la seguridad de las empresas, de los trabajadores y de quienes nos visitan, que frene el intrusismo y la economía sumergida. No sólo en el alquiler sino también en transporte, ocio o comercio, por citar algunos ejemplos.

Bufete Buades asesora a la FEHM en materia legal. ¿En qué campos suele requerirse un mayor asesoramiento jurídico y si la aparición de las nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas de contratación y alojamiento de los clientes está produciendo nuevas casuísticas relevantes?

Efectivamente, la FEHM ha colaborado estrechamente con el Bufete Buades en temas de tanta relevancia como la demanda a los controladores aéreos por los hechos producidos en diciembre de 2010. La FEHM pone a disposición de sus establecimientos asociados un asesoramiento jurídico especializado en las diferentes legislaciones, europea, estatal, autonómica y local, que afectan a las empresas turísticas. Las consultas más demandadas se centran en distintos trámites con las administraciones en relación con el ITS, gestión de propiedad intelectual, derecho urbanístico, aplicación de normativa turística y la relativa a higiene sanitaria, alimentaria, piscinas, seguridad industrial, accesibilidad universal, etc.

Son tantas las normativas de aplicación a la actividad hotelera que la parte de asesoría jurídica es muy importante en la labor de la FEHM, bien con el propio departamento jurídico, o bien con asesores externos especializados.

¿Cuáles son a su juicio las claves empresariales que toda empresa hotelera con establecimientos en Mallorca, debe asumir durante los próximos años para no perder el tren de la competitividad?

En primer lugar, continuar con la inversión. Hemos realizado una apuesta muy fuerte por la calidad y el reposicionamiento de nuestros establecimientos hoteleros, que hasta la fecha podemos cifrar en una inversión de 1.800 millones de euros. Debemos seguir por ese camino, siempre y cuando dispongamos de las herramientas legislativas que nos lo permitan.

La digitalización es una palanca que ha cambiado muchos hábitos de consumo tradicional. Hoy, las islas son un lugar estratégico para emprender y desarrollar tecnología turística. La implicación de la Administración es imprescindible. Es necesario desarrollar planes de innovación que sitúen a la industria turística española en la vanguardia tecnológica, como líder y potencia turística mundial que es, y poner en marcha ayudas que permitan a las empresas desarrollar planes de I+D+I, con una visión global e integradora del turismo.

Por otra parte, es necesario dar un impulso a la formación. La oferta formativa debe estar adaptada a las necesidades reales. Necesitamos dar un nuevo enfoque a la formación para aumentar la empleabilidad en el sector y para lograr este objetivo estamos dispuestos a colaborar con la Administración para diseñar los itinerarios formativos. 

Si bien las temporadas turísticas pasadas fueron excepcionales en las islas, ahora se prevé un descenso considerable de la ocupación hotelera. ¿Qué previsiones manejan desde la Federación y qué explicaciones le ve?

Tal y como venimos advirtiendo, primero desde FITUR y después desde la ITB (Berlín), se está produciendo una ralentización del ritmo de las reservas como consecuencia, entre otras causas, de un descenso en el crecimiento de las principales economías europeas.

Estamos constatando un descenso de las reservas, sobre todo por parte de los turoperadores germanos y escandinavos por varios factores: la vuelta a primera línea de los destinos competidores de la ribera sur y oriental del Mediterráneo, Turquía, Egipto y Túnez que experimentaron subidas de dos dígitos en el año 2018. Y siguen en 2019.

La incertidumbre generada por el Brexit, la devaluación de la lira turca que hace que los paquetes de TTOO sean más atractivos por el precio; la climatología favorable en esos países emisores en 2018 ya se hizo notar y todo apunta a que en 2019 puede suceder algo similar. Los viajes dentro del propio país son una gran competencia para nosotros.

También la adopción de determinadas políticas, como la duplicación injustificada del ITS contribuyen a generar una disminución de la competitividad del destino y no acompañan al gran esfuerzo que el sector privado está realizando con el objetivo de mejorar el posicionamiento de nuestro producto turístico y consecuentemente una revalorización del destino, y así contribuir en mayor medida al tejido empresarial regional.

«Han sido treinta y dos años de mi vida en los que he amado mi trabajo en el bufete»

Entrevista a Queta Amengual, exgerente de Bufete Buades con más de tres décadas de trayectoria en la firma y recientemente jubilada

Corría el año 1986 cuando Queta Amengual entró por primera vez en Bufete Buades para colaborar con el despacho. Desde aquel momento «quién me iba a decir que ésta sería mi casa durante más de tres décadas», recuerda la que fuera su responsable financiera durante las últimas décadas. Para Amengual todo ese tiempo fue una experiencia vital muy importante: «Han sido treinta y dos años de mi vida en los que he amado mi trabajo. Mucho».

A mediados de los años ochenta Queta disfrutaba de un trabajo cómodo, estable y, según sus propias palabras, monótono en una administración pública. «Entonces un amigo común me comentó que en el bufete buscaban a alguien que les ayudara por las tardes. Me interesaba poder incrementar mis ingresos y dije que sí. Al cabo de un año -en 1987- me ofrecieron un contrato a tiempo completo y no me lo pensé. Eso no sentó demasiado bien en mi entorno familiar por aquello de la incertidumbre que conlleva dejar un puesto de trabajo estable y prácticamente de por vida, por uno desconocido y en el sector privado, pero yo ya había tomado esta decisión, lo tenía claro», se sincera la mallorquina. Estar motivado en el trabajo y vivir con esa tensión profesional necesaria que te ayuda a revolver problemas y a afrontar los retos que se te plantean, supone un dulce demasiado goloso como para no llevárselo a la boca. «Aprendí mucho, me impliqué de lleno en el trabajo y mantuve desde el primer minuto una relación muy estrecha con Joan y Teresa. Me gustaba ir a trabajar cada día y eso mi familia lo percibió enseguida y pronto olvidaron sus miedos por haber dejado mi anterior trabajo», recuerda perfectamente Queta que tampoco olvida que coincidió por entonces con Antonio Tugores, con quien hizo «muy buenas migas», que apenas hacía quince días que había ingresado en la firma.

Entonces llegó uno de los puntos de inflexión en su vida con la llegada al mundo de su primera hija, como así relata la propia protagonista: «Mi anterior empresa me ofreció la posibilidad de regresar para compaginar mi maternidad con el trabajo y lo tuve que plantear en el bufete porque no quería que mis obligaciones como madre fueran una carga para ellos. Entonces me dijeron que ni hablar, que querían que me quedara y me ofrecieron la media jornada para que pudiera compaginarlo con mi vida personal. Fue entonces cuando me convencí de que eran gente válida, real y sobre todo, me gustaban. Decidí rechazar la oferta anterior y quedarme con ellos».

Todo aquello ocurrió cuando las oficinas de Bufete Buades estaban ubicadas en la calle Sant Miquel de Palma. En los años noventa llegó el cambio de sede a Jaume III y con él el crecimiento del despacho y la incorporación progresiva de nuevos integrantes a los equipos jurídico y de gestión. Tras el crecimiento llegó la consolidación del bufete durante la primera década de este siglo y con ella el gran cambio profesional de Queta Amengual en la empresa. «Teresa iba a dejar de asumir las tareas financieras del despacho y Joan me propuso que me responsabilizara de la gerencia. No sabía nada sobre gestionar la parte financiera de una empresa, ni tampoco de las responsabilidades que conlleva una gerencia, pero me encantó la propuesta y, si bien me dio miedo, la acepté con toda la ilusión que pude. Me dediqué en cuerpo y alma a formarme para entender y aprender la materia de mi nuevo trabajo, conocer la terminología y aprender conceptos para poder desarrollar la que fue mi nueva tarea sin dificultad, para poder responder positivamente y poder devolver así la confianza que habían depositado en mí», detalla la ex gerente de Bufete Buades.

Cuando le preguntamos con qué se queda de todos estos años, más de treinta, vinculada profesionalmente a la firma, Queta no lo duda ni por un instante: «En lo personal, no puedo olvidarme del amor y respeto tan grande que sentía mi padre por Teresa y Joan; les estaba tan agradecido por la oportunidad que me habían dado… Si tengo que quedarme con un reto, el más grande de ellos fue tener que aprender desde cero todo lo relacionado con los números y la contabilidad del bufete, sin duda alguna. Y si hay un recuerdo general que me viene a la cabeza cuando pienso en Bufete Buades, y que no cambio por nada, es todo lo relativo al compañerismo que creo que ha empapado mi larga trayectoria en el bufete. Mis compañeros han sido y siguen siendo para mí, amigos, muy, muy buenos amigos. Y también, por supuesto, me quedo con lo bien que me he llevado con la mayoría de clientes que aún hoy en día, cuando coincidimos en la calle, se paran a saludarme. Este es mi resumen de lo mejor que me llevo de mis treinta y dos años en el despacho».

«El 90% de las comunicaciones LOPD que se enviaron el pasado 25 de mayo no obedecía a ningún rigor jurídico»

Entrevista a Juan José Talens, socio y director jurídico de Iuristec, un despacho especializado en derecho en nuevas tecnologías y seguridad de los sistemas de información

Cómo ha afectado el nuevo RGDP a la vida de las empresas en general y a los negocios de las islas en particular.

Por una parte hubo un fenómenos social o más bien empresarial que produjo un aluvión de comunicaciones electrónicas con carácter previo e inmediato al 25 de mayo de 2018. Pues bien, puedo asegurar sin riesgo a equivocarme que el 90% de las mismas no obedecía a ningún rigor jurídico y eso me llamó muchísimo la atención. Hubo una interpretación que no fue acertada por parte de muchas empresas y que incluso ha contribuido a que existe una cierta confusión al respecto del Reglamento General de Protección de Datos. Estamos ante un espíritu normativo que obedece a estándares de 1999 y, aunque ha habido modificaciones de la misma con anterioridad, nunca antes se había producido una reacción empresarial de este tamaño.

En segundo lugar, con respecto a la empresa balear o mallorquina, que no deja de ser una empresa normal como cualquier otra europea que trata datos de carácter personal, o aquellas empresas de fuera de la UE pero que dirijan su foco y sus comunicaciones hacia nuestro territorio, deben cumplir una serie de obligaciones en material de LOPD que se traducirán en un incremento de la sensibilidad por parte de las personas físicas respecto a la privacidad o al cuidado que otros tengan de sus datos personales. También se desarrollará un aumento de la conflictividad en esta materia que, según lo que hemos podido ir observando en estos últimos meses, cifraría en un 30% más de lo que venía sucediendo con anterioridad al 25 de mayo de este año. El hecho de popularizar la norma ha producido una especie de altavoz sobre en qué consiste esto de la privacidad, las empresas han tomado conciencia de que se están dando unos pasos más allá de lo que eran las obligaciones formales que establecía la tradicional LOPD hacia la efectividad del cumplimiento normativo.

Parece que esto de la protección de datos es una novedad pero su empresa, Iuristec, lleva una larga trayectoria en este campo. ¿Cuáles son las principales aplicaciones que han tenido y tienen sus servicios para las empresas mallorquinas?

Iuristec ha podido aportar en los últimos veinte años algo que ha sido muy difícil de encontrar que son la experiencia y el conocimiento de juristas y técnicos informáticos trabajando al unísono, abordando problemas o buscando soluciones para las empresas en todo lo que tenga que ver con el derecho en las nuevas tecnologías, en cualquiera de sus campos. Es cierto que como coincidió prácticamente nuestra aparición, allá por el año 2000, con la irrupción de la Ley Orgánica de Protección de Datos, que siendo del año 1999 tardó un tiempo en implantarse en el mundo empresarial, la gestión de la privacidad nos ha ocupado en un 80 o 90% de nuestro tiempo. Iuristec obedece a ese equilibrio (la suma de iuris, el mundo jurídico, y tec, el campo tecnológico) que entendemos que van a tener que ir de la mano. Creo que no habrá despachos que tengan en sus filas un informático o asesor porque la tecnología forma parte de lo cotidiano, casi de nuestras vidas. En cualquier demanda que se interponga en un juzgado hay un elemento tecnológico, por ejemplo un despido en el que hay unas comunicaciones desde un teléfono que fue facilitado por la empresa. El derecho a la privacidad viene recogido ya en la Constitución y, desde entonces, cuando más avanza la tecnología y más accesible es la información para adultos y menores, más se compromete su identidad y sus datos de carácter personal y por tanto su dignidad con respecto a su condición de persona.

Bufete Buades y Iuristec mantienen una estrecha relación y colaboran en asuntos de manera conjunta, ¿recuerda la primera o alguna de las primeras veces en las que trabajaron de la mano?

Desde el principio mi socio, Miquel Àngel Cerdà, y yo (Pascal Stämpfli, nuestro tercer socio se incorporó un poco más tarde) tuvimos varias reuniones con Joan Buades que para nosotros ha sido una persona muy importante por la ayuda que nos hemos podido prestar ambos despachos. En el caso de Bufete Buades, cuando han requerido nuestros servicios para una colaboración puntual en materia de protección de datos o cuando alguno de sus clientes ha necesitado asistencia en esta materia, el resultado ha sido altamente satisfactorio y estamos encantados.

Con la era de la digitalización se habían simplificado o agilizado muchos procesos en las empresas. ¿Cree que el nuevo reglamento de protección de datos dificulta esta simplificación o simplemente se trata de aplicarlo con sentido común y eso no interferirá en el ritmo productivo de los negocios?

La privacidad y la protección de datos siempre juega un papel importante en el escenario de la convivencia entre todos, ya sea en el ámbito empresarial, laboral, en el mundo del ocio… Y lo hace sometida a diversas tensiones: la tensión empresarial, lógicamente, cuyo objetivo es vender más, incrementar la cuenta de resultados, tener cada vez más clientes y poder llegar a ellos…; otra tensión es la que responde a la seguridad y la integridad de las personas y como se relaciona con la privacidad; en cuanto a la actividad comercial, es un hecho que los negocios proponen a los consumidores que les faciliten sus datos personales para poder llegar más fácilmente hasta ellos, conocer sus gustos etc. La Unión Europea ha visto que existe un tipo de tecnología que puede comprometer la protección de datos de carácter personal de los ciudadanos y fundamentalmente tiene que ver con la segmentación, monitorización y seguimiento, prácticamente continuo, del día a día de un individuo. Desde su navegación web, su geolocalización, la monitorización del empleado en su lugar de trabajo, el control de su correo electrónico… Por eso debemos buscar un equilibrio entre los derechos fundamentales de las personas físicas y su derecho a la privacidad desde el punto de vista del consumidor pero también en el entorno de trabajo, y el derecho del empleador a controlar a sus empleados y establecer medidas organizativas y de querer vender más y llegar a sus clientes potenciales. Hay que buscar ese equilibrio. No soy partidario de la burocratización de esos procesos y en Iuristec siempre tratamos de analizarlos y buscar la fórmula que resulte más sencilla para no entorpecer el objetivo final. No pensamos que sea incompatible querer aumentar las ventas con el respecto a la información de carácter personal, al igual que un empleador debe poder controlar el trabajo de sus empleados y éstos, a su vez, que pueden pasar en las oficinas ocho o más horas de su vida al día, deben tener momentos en los que no se vean sometidos a un control y una vigilancia continuada.

Por último, sin nombrar por supuesto a la empresa, si tuviera que quedarse con un caso reciente al que gracias a su asesoramiento en materia de protección de datos ha supuesto un beneficio, o por lo menos un ahorro de graves sanciones, ¿cuál sería?

Uno de ellos, que ocurrió ya hace una serie de años, fue uno de suplantación de identidad en contratación de telecomunicaciones. Se evidenció que una serie de personas empezaron a recibir domiciliaciones bancarias cuando no habían contratado ninguna línea con la compañía de telefonía. Tuvimos que interponer una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos solicitando un procedimiento de tutela para que nos ayudasen a averiguar qué estaba sucediendo. También hicimos un requerimiento a las compañías telefónicas para que nos aportasen la copia de cada uno de esos supuestos contratos en el que basaban su cobro. Al obtener la callada por respuesta tuvimos que interponer una denuncia ante la AEPD que finalizó con una sanción muy, muy importantes, millonarias en los estándares de la peseta y casi en los del euro. Compruebas la importancia de la norma en la cuantificación de la sanción en un caso tan grave como éste en el que alguien vea suplantada su identidad y una entidad entienda que tiene un vínculo jurídico por el que debe pasar un cobro pero que no lo base en ningún documento ni en la firma absolutamente fehacientes.

Más recientemente he tenido la oportunidad de pasar una temporada este verano en Estados Unidos y he podido analizar la comparativa entre el derecho europeo y el americano en cuanto a la privacidad. Estamos en estándares completamente diferentes e incomprensibles a los ojos de un europeo. En concreto, he analizado una aplicación tecnológica que provee el departamento público de seguridad de Texas. Se trata de una app móvil desde la que puedes acceder a quienes son fugitivos en tu comarca y conocer su domicilio, o saber la categoría de los delitos más habituales en tu zona, con identificación fotográfica de las personas que han cometido delitos de abusos sexuales a menores, por ejemplo, si son vecinos tuyos o no y conduciendo a Google Maps dónde aparecen localizados con una bandera identificativa (roja, amarilla o verde) en función de la gravedad del delito cometido y de sus respectivas condenas. Esos estándares que permiten que cualquiera lleve esa app descargada en su móvil resultan totalmente normales en EE.UU. y a nadie le llama la atención, en la normativa europea es inimaginable. En el derecho europeo la protección a la información personal del individuo siempre debe buscar un equilibrio entre, por ejemplo, la capacidad de su derecho al olvido o el derecho a la reinserción en la sociedad que es el objetivo principal de una pena de prisión. En el caso de la app estadounidense, eso desaparece y ese equilibrio siempre se rompe a favor de la seguridad y cede la privacidad para dotar de elementos de colaboración para que la gente se sienta más segura.

«Aquello que tenga que ver con la transparencia financiera ha adquirido una importancia trascendental para la toma de decisiones empresariales»

Bové Montero y Asociados

Entrevista a José Mª Bové, socio fundador y presidente de Bové Montero y Asociados y Cónsul General Honorario de Austria para Cataluña y Aragón. Su despacho es una de las primeras firmas nacionales en el campo de la auditoría, asesoramiento contable, jurídico-tributario, laboral y consultoría en recursos humanos, presentes en Barcelona, Madrid, Palma, Valencia y Zaragoza.

Bové Montero y Asociados ha conmemorado recientemente su 40 aniversario, en una celebración en la que estuvo presente Bufete Buades. ¿Cómo valora la trayectoria de la empresa hasta la fecha?

Cumplir cuatro décadas de recorrido profesional es un hito del que estamos enormemente orgullosos. Nos permite afrontar el futuro con más ilusión, si cabe, en todas las sedes de la firma, entre ellas la de Palma.

A su juicio, ¿en qué situación se encuentra el sector de la auditoría en la actualidad?

Nosotros ofrecemos una abanico de servicios muy diversos, excepto en lo que afecta a algunos asuntos jurídicos muy concretos. Este hecho, si atendemos en este caso a lo que ocurre en nuestra oficina de Palma, nos permite colaborar con Bufete Buades en la defensa jurídica de los intereses de nuestros clientes. Tengo que decir que con su director, Joan Buades, me une una estrecha amistad desde hace ya muchos años.

En cuanto al estado de la auditoría en España, debo decir que, por un lado, todo aquello que tenga que ver con la transparencia financiera ha adquirido una importancia trascendental en lo que a la toma de decisiones empresariales se refiere. En segundo lugar, nuestra participación en informes periciales ante los tribunales de justicia ocupa un parte notable de la labor habitual del despacho.

Su firma cuenta con una delegación en Mallorca, ¿cuáles son las principales ocupaciones en la isla?

En Baleares nos enfocamos principalmente a ofrecer nuestros servicios a empresas locales que en muchos de los casos son de capital extranjero. Servimos a grandes fortunas de familias alemanas que tienen sus propiedades en sociedades limitadas y requieren de nuestros servicios para llevar al día sus cuentas (la contabilidad, los balances, su fiscalidad…).

Si tuviera que definir la relación de Bové Montero y Asociados con Bufete Buades, ¿cuál sería?

Llevamos más de diez años colaborando con el bufete. Iniciamos la relación con Gabriel Buades con quien actuamos coordinadamente con clientes de habla alemana y participamos conjuntamente en acciones que se desarrollan en diversos foros para profesionales de la abogacía y las finanzas, especializados en inversiones alemanas en Mallorca.

«Somos una cantera para las empresas ya que la mayoría de los directivos mallorquines se nutren de auditores»

Entrevista a Julio Capilla, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas en Balears

Entrevista a Julio Capilla, presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas en Balears y socio de RSM en Palma

Denos su impresión sobre estos dos años que lleva al frente de los auditores de Baleares.

Después de muchos años sin elecciones al haberse consensuado una candidatura única, se celebraron unas hace dos años. Fue todo un orgullo que mis propios compañeros nos eligieran a mí y al resto de miembros de la candidatura. Fue en ese momento cuando empezó el reto. Ésta es una profesión que a veces está en el disparadero siendo criticada por desconocimiento de nuestra actividad y una de nuestras obligaciones principales es darnos a conocer para que la gente sepa qué hacemos, por qué lo hacemos y qué sentido tiene. Por eso estamos muy abiertos a las entrevistas, colaboraciones con medios… Por lo tanto, un objetivo prioritario es que la sociedad nos conozca mejor y entienda el valor que aportamos a los negocios y a las transacciones empresariales.

Otro objetivo que hemos perseguido durante este tiempo es el de mantener la formación a nuestros colegiados como un elemento clave para la aportación de ese valor que comentaba. En nuestra profesión, como en la abogacía, se valora el servicio que prestas y que, a su vez, estés aportando valor al cliente. Eso no puedes hacerlo sin tener una buena formación empresarial, conocimientos jurídicos, conocimientos en nuevas tecnologías… Es cierto que el auditor tiene que ser independiente respecto a su cliente, pero eso no impide que podamos ir de la mano ejerciendo de asesores cuando éstos están interesados en nuevos mercados, inversiones… Cuánto mejor y más formado estés, más puedes aportarle y ayudarle.

Por último, necesitamos saber qué pasa con nuestra profesión en el futuro. En el estudio que se ha hecho a nivel del estado de la auditoría en España desde el punto de vista demográfico hay una pirámide invertida, con mucha gente experimentada que se irá retirando con el tiempo. Hay que intentar que los universitarios de hoy vean la auditoría como una profesión de futuro atractiva para su desarrollo profesional. Además, no hay paro porque la necesidad que tenemos de recursos hace que la oferta sea mayor que la demanda. Cada año entran nuevos auditores en los despachos.

En qué situación actual se encuentra el sector de la auditoría en esta comunidad y en España en general. Es decir, qué amenazas y oportunidades hay que tener en cuenta.

La primera gran amenaza es la que acabamos de plantear: no ser suficientemente atractivos para los jóvenes, que son los que deben nutrir el futuro de la profesión, y que éstos no perciban lo interesante que es la auditoría como una salida profesional. Además, somos una cantera para las empresas, la mayoría de los directivos mallorquines se nutren de auditores. Tenemos la ventaja de que si no te gusta dedicarte a la auditoría podrás encontrar trabajo en otro sitio dado el valor técnico y las habilidades directivas que aportamos a las empresas.

Si queremos fomentar y atraer el talento joven hay que pagarlo bien y el cliente debe entenderlo

Por otro lado, si queremos fomentar y atraer el talento joven hay que pagarlo bien, y eso es algo que los clientes deben entender. Nuestro trabajo cuesta horas y mucha formación de nuestros equipos, por lo que el servicio debe prestarse a un precio competitivo. Nuestros clientes están cada vez más en proyectos empresariales y operaciones societarias complejas fuera de España, por lo que hay que estar al corriente de normativa contable de otros países y otras muchas materias e invertir tiempo en estudiar. Todo esto repercute en el coste del servicio que los clientes deben pagar si quieren calidad. Si no podemos prestar un servicio de calidad con garantías y bien remunerado seremos profesionales que prestan un servicio lowcost, y eso no puede ser. Cuando firmamos un informe tenemos la responsabilidad de asegurar que los números están bien, porque en caso contrario puede tener problemas nuestro cliente y todo el equipo de auditoría. El auditor es quién da garantía de que los números de una empresa son correctos de cara a los usuarios de esa información que son los accionistas, los empleados, los bancos, la sociedad en general… Ese tipo de responsabilidad vale horas, dedicación, un equipo formado y actualizado… Todo esto tiene un coste. Una actividad que no vela por su rentabilidad tiene los días contados, más aún si no prima la calidad del servicio.

Otra amenaza vigente es la de no saber adaptarnos a las nuevas tecnologías: utilizar eficientemente la información de cada compañía, que cada vez más maneja un volumen ingente de datos, uso del software adecuado para el tratamiento de estos datos… Adaptarnos a las nuevas tecnologías es una oportunidad para que se vea la auditoría como una profesión sostenible y que puede dar mayor calidad de servicio al cliente.

Además, la profesión de auditor está muy regulada, no sólo por el ICAC, sino también por el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores… Hay muchos organismos públicos observando lo que hace el auditor. Después de la crisis financiera se dijo que faltaba garantía de transparencia, por lo que se nos apretaron un poco las tuercas desde un punto de vista regulatorio. Eso provoca que hoy en día ya no tenga sentido que el auditor trabaje solo, se necesita un equipo humano y estructura suficiente y adecuada para atender a las exigencias regulatorias y a las demandas del mercado. Se demanda que seamos mucho más competitivos y que nos asociemos o fusionemos con otras empresas del sector. Es una gran oportunidad para empresas pequeñas de auditoria que estaban muy solas en términos de recursos y ahora podrán acceder a clientes mayores por la vía de alianzas empresariales dentro de nuestro sector.

Cómo debe ser el papel de las empresas auditoras para lograr que el sector público rinda cuentas a sus ciudadanos con la máxima transparencia.

En julio de 2018 entrará en vigor una ley en relación al control interno de las entidades del sector público local que va a exigir más en relación a que las administraciones públicas se auditen, sobre todo a los ayuntamientos y en concreto a sus entidades relacionadas. Es una de las demandas que hemos estado haciendo porque creemos que no tiene ningún sentido que los ayuntamientos no se auditen. Empresas mercantiles como puede ser Emaya sí lo hace, pero la corporación, el ayuntamiento final, tiene unos gastos públicos para dar servicio al ciudadano que se nutre de los ingresos de nuestros impuestos y eso no se audita. El ayuntamiento dice que tiene la intervención de cuentas que le revisa, pero es algo que se hace sin que intervenga una auditoria externa que garantice la aplicación de una metodología y unos procedimientos. Además salen los resultados o las conclusiones normalmente con mucho retraso. Si los interventores no llegan, que externalicen parte de esa función y cuenten con los auditores externos para que el ciudadano tenga a tiempo esa información que garantice la transparencia y pueda saber en qué gastos se han destinado sus impuestos.

Por otro lado, habría que empezar a ver al auditor como un profesional preparado y experimentado en las auditorías operativas. Nosotros vemos y vamos a muchas empresas del sector privado y del sector público. Ello nos permite analizar muchos procesos y formas de actuar y poder extraer las mejores prácticas. Sabemos que en ocasiones el sector público es ineficiente porque hay duplicidad de funciones, problemas de control… Temas que deben mejorarse mucho y en los que podríamos ayudar aportando conocimiento y experiencia. Lo mismo que se le exige al sector privado debería exigírsele al sector público, que lleva años viviendo en una situación en la que se toman medidas de carácter cortoplacista sin atender a reformas de mayor calado que derivasen en permitir tener un sector público más eficiente, rentable y productivo.

Entrevista a Julio Capilla, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas en Balears

La introducción por primera vez la responsabilidad penal de las personas jurídicas ha reforzado a que las empresas españolas de cualquier tamaño cuenten con programas de compliance. ¿En qué consiste esto y cómo afecta internamente a la organización de las sociedades?

Siempre existe el riesgo de que se salten los controles y se cometa un delito pero ese riesgo hay que minimizarlo

A nivel empresarial puede existir la figura de un socio administrador, la de un administrador único o incluso el consejo de administración. Cualquiera de ellos tiene que administrar con diligencia y buen hacer y su figura se ha visto envuelta en algunos escándalos durante los últimos años por no ejercer con la debida responsabilidad sus funciones. Había quien firmaba los números que reflejaban las cuentas anuales y después cuando se le pedían responsabilidades ante un conflicto se excusaba diciendo que sólo firmaba los papeles que le daban. La realidad es que el trabajo de un administrador consiste en algo más que firmar, el administrador es responsable de esos números y de cómo han llegado hasta ahí. La última gran modificación de la Ley de Sociedades de Capital, y esto es algo que la gente de Bufete Buades sabe bien, refuerza la responsabilidad de estos administradores como figura clave para la mejora del gobierno corporativo de las empresas. Está ligada con la reforma del Código Penal que dice que la sociedad puede estar imputada por un delito pero como la persona jurídica es un ente, va a delegar esa imputación en las personas físicas y administradores en el caso que se demuestre que no se establecieron los controles adecuados en una organización, que evitasen la posibilidad de comisión de determinados delitos económicos, societarios o no. Lo que debe hacerse desde la administración de la empresa es asegurarse de que la compañía cumple sus normas e implanta controles que eviten su incumplimiento. El empresario antes buscaba simplemente maximizar beneficios pero ahora lo que quiere es conseguir el mejor beneficio, que no es lo mismo.

El gobierno corporativo tiene dos premisas: cumplir los objetivos empresariales y hacerlo conforme al marco normativo que se te aplica. Hay que crear procesos para acreditar el porqué de cada acción, que se cumplen unos controles, que hay un proceso interno de revisión… Imponer medidas que eviten que en caso de que algo se incumpla nadie asuma responsabilidades. Es evidente que se puede cometer un delito en cualquier empresa, pero por lo menos se habrán puesto las medidas necesarias para tratar de impedirlo. Si no has puesto un mínimo de diligencia en tu administración es cuando entra en acción la reforma del Código Penal y puedes ser imputado por no acreditar y demostrar que hiciste lo posible para evitar esa comisión del delito. Si se han tomado todas esas medidas necesarias ello supondrá un atenuante ante el juez pues actuaste adecuadamente imponiendo medidas y controles. El riesgo cero no existe, siempre existe un riesgo de que se salten los controles y se cometa un delito pero ese riesgo hay que minimizarlo lo máximo que se pueda.

Como socio de la oficina de RSM Spain en Palma ha colaborado profesionalmente con Bufete Buades. ¿A cuándo se remonta dicha relación y qué valoración haría de esa experiencia?

El origen de la relación se remonta a hace unos años en que nos encontramos profesionalmente ya que tenemos clientes en común, Bufete Buades ejerce como asesor legal de referencia y nosotros les auditamos.

Creemos en las colaboraciones con otras empresas de prestación de servicios profesionales, en reunirse con ellas y repartirse tareas según la especialidad de cada uno que beneficien a nuestros clientes comunes. Bufete Buades comparte ese punto de vista y eso, junto la satisfacción de nuestros clientes comunes, nos ha dado la confianza de seguir trabajando juntos en esta línea.

Colaboramos con Bufete Buades aportando una visión auditora y ellos nos ofrecen una más jurídica

Otro nexo de unión lo ha supuesto todo lo que tiene que ver con el compliance. Joan Buades y Llorenç Salvà vieron la necesidad que tienen las empresas que ellos asesoran de implantar estos modelos en los que el bufete aporta el asesoramiento jurídico para dicha implantación y nosotros aportamos la metodología en relación a qué controles debe tener una sociedad para evitar que se cometan delitos en su seno. El problema del compliance es que todas las empresas que están consideradas de interés público como las cotizadas, ya están obligadas a realizarlo en un marco de exigencia de gobierno corporativo, pero las que no cotizan se muestran recelosas a su implantación. Pero poco a poco tanto Bufete Buades como nosotros estamos trabajando en hacerles ver la necesidad y el valor diferencial que atesoran si implantan modelos de estas características, además de cumplir con la normativa penal vigente.

Y así fue como nos unimos a Bufete Buades, colaborando en algo en lo que ellos necesitaban una visión más auditora y nosotros más jurídica a la hora de prestar un servicio de implantación de modelos de compliance. En ocasiones también colaboramos con los abogados del bufete y elaboramos informes periciales como peritos independientes en aquellos pleitos en que el despacho participa y así lo requieren.

No hay nada mejor que la confianza entre unos y otros, nos resulta mucho más valido un apretón de manos y ver que en su despacho tienen unas prácticas que congenian con las nuestras: rigurosidad, estar cerca del cliente, ayudarlo en sus problemas…

Cuáles son los próximos retos que afronta Julio Capilla como presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Baleares.

Queremos seguir siendo muy transparentes con nuestros colegiados, por lo que cada año sacamos una memoria anual de actividades, de lo que hemos hecho. Es una de las maneras de ser transparentes de cara a nuestros asociados, los que nos votaron y los que no.

Después está el reto de la formación, puesto que a medida que van cambiando las normativas hay que hacer cursos. Tenemos un programa por el que hacemos más de 90 horas al año en formación. Los auditores están obligados a acumular una formación mínima de 120 horas por trienio, con un mínimo de 30 anuales. Nosotros nos ponemos a 90, mucho más de lo que requiere la norma porque consideramos que es muy importante. No son formaciones únicamente de contabilidad, mercantil, fiscal… Cada vez ofrecemos más programas sobre gestión de equipos, gestión de despachos, temas comerciales…

Queremos seguir fomentando las alianzas en nuestro sector y hemos activado en nuestra web una posibilidad de encontrar oferta y demanda de firmas de auditores

En el tema de la gestión de recursos humanos, hay que pensar que los profesionales que ahora empiezan a trabajar no piensan igual que cuando yo entré. O sabemos gestionar esto con flexibilidad (por ejemplo el dilema vida privada vs. vida profesional que se puede resolver con el teletrabajo, etc.) o no podremos retenerlos. No se les puede tratar como hace 20 años. Todo esto hay que explicárselo a los auditores porque tendrán que hacer algo para que las nuevas generaciones se sientan cómodas y no se vayan de sus despachos. También es importante aprender a hablar en público, puesto que si tienes que intervenir en una reunión de un consejo de administración debes saber expresar ante sus miembros los resultados de la auditoría de forma clara y convincente, o, si estás en una sala de un tribunal de justicia, conseguir que el juez te entienda. En todo esto consiste la formación y supone un reto estar introduciéndola de forma atractiva en nuestros planes.

Otro aspecto es seguir defendiendo los intereses de nuestros colegiados en caso de conflictos. También ayudamos, como hemos comentado, en seguir fomentando las alianzas en nuestro sector y hemos activado en nuestra web corporativa la posibilidad de que se encuentren oferta y demanda de firmas de auditores. Por ejemplo, que en el caso de que alguien quiera vender su cartera de clientes porque vaya a jubilarse, se encuentre con alguien que desea comprarla para crear grupos o empresas de auditoría más grandes.

Por último, nos marcamos el reto de conseguir que el sector público entienda el porqué es necesaria la figura de un garante externo que dé fiabilidad a sus números y que el sector privado se tome la auditoría como un valor más que como una incomodidad. Me encantaría que muchas empresas que no están obligadas a auditarse lo hicieran para abrirse al mercado. Cada vez son más las pequeñas empresas que no tienen la obligación de hacerlo, las que se someten a ello voluntariamente para ganar credibilidad ante terceros interesados, más allá de los bancos y sus socios.