„La segunda mitad del año puede marcar el inicio del retorno a una cierta normalidad dependiendo siempre de la evolución del ritmo de vacunación y de las autorizaciones de viajes que se produzcan en los principales países emisores de turistas hacia las Baleares“

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Entrevista a Onofre Martorell, decano y presidente del Colegio de Economistas de las Illes Balears y catedrático de Economía de la Empresa de la UIB

Tras casi 15 meses desde que se iniciar la pandemia del Covid-19, ¿cuál es el balance económico que se hace de sus consecuencias desde el Colegio de Economistas? ¿Hay razón para el optimismo de cara a la segunda mitad del año?

Estos 15 meses han constituido un gran desafío para los miembros del Colegio de Economistas de les Illes Balears. Las gestiones derivadas para paliar los efectos de la pandemia y el obligado cumplimiento de las restricciones sanitarias han aumentado exponencialmente la carga de trabajo de nuestro colectivo. El balance económico es muy descorazonador en el conjunto de España y más concretamente en Baleares donde se ha experimentado una caída del PIB del 23.7%. España es el país con mayor caída del PIB (10.9%) de la UE y Baleares es la Comunidad Autónoma con mayor caída de toda España. Sobran los comentarios.

Aun así, debemos ser optimistas. La segunda mitad del año puede marcar el inicio del retorno a una cierta normalidad dependiendo siempre de la evolución del ritmo de vacunación y de las autorizaciones de viajes que se produzcan en los principales países emisores de turistas hacia las Baleares. Los más de 850 millones de ayudas directas llegados a las empresas y autónomos de las islas y la reapertura de rutas y establecimientos de alojamiento, permitirán una recuperación parcial de la actividad evitando un mayor endeudamiento y cierre de negocios. En el futuro existen aun algunas incógnitas como las nuevas mutaciones del COVID y la evolución de las políticas de restricción a los viajeros que encierran una cierta carga de incertidumbre, aunque debemos ser positivos.

Es una evidencia que el turismo es el bastión clave de la economía balear. Como experto en economía y finanzas del sector turístico, ¿qué previsión puede hacer de lo que será la evolución post pandemia del sector en el panorama local de las islas?

A corto plazo las empresas deberán afrontar ajustes y seguramente veremos algunos cierres y ventas de activos para hacer frente a las situaciones de endeudamiento y pérdidas que pueda haber dejado la pandemia. A medio y más largo plazo posiblemente veamos adquisiciones, acuerdos de asociación y fusiones entre empresas turísticas (alojamiento, intermediación y/o transporte) para hacer frente a un nuevo panorama en el que, si bien existirá una recuperación rápida del turismo, puede que no se alcancen los precios anteriores a la crisis hasta pasado un cierto periodo de tiempo.

Tras la pandemia, seguramente, los clientes del sector turístico también habrán cambiado sus hábitos y demandas hacia un turismo cada vez más independiente (turismo residencial) y cercano a la naturaleza. Lógicamente la seguridad sanitaria al viajar será una variable impulsará aquellos destinos con una mejor infraestructura sanitaria y un desempeño demostrado en la atención de las urgencias al cliente. Baleares desde esta perspectiva tiene una clara ventaja frente a otros destinos de sol y playa.

Bajo su opinión, ¿esta crisis sanitaria va a modificar de manera visible el modelo productivo balear o resulta imposible imaginar una economía autonómica sin el papel casi exclusivo del turismo?

Los cambios de modelo económico son raramente disruptivos si no se produce lo que en los economistas espaciales (geográficos) denominan un accidente histórico. Normalmente el modelo económico evoluciona paulatinamente. La diversificación productiva es un elemento clave en la resiliencia. Las economías nicho, producto de la especialización productiva, pueden ser muy eficientes en las etapas de crecimiento, pero muy vulnerables ante una crisis. A nadie se les escapa la necesidad de diversificación económica de las Islas, pero el tamaño de nuestro territorio, su idiosincrasia (islas de pequeño tamaño) y la perdida de especialización puede ir en su contra.

La alternativa al modelo actual debería ser que Baleares apostará por ser una verdadera economía del conocimiento, de la innovación y difusión del conocimiento. La búsqueda de un mayor valor añadido debería centrarse en el sector terciario avanzado aprovechando las bondades climáticas y la belleza del territorio para atraer talento.

En este proceso probablemente el turismo estará presente mucho tiempo, aunque no tienen porque ser el mismo turismo que tenemos actualmente. Se puede y debe evolucionar hacia formas de turismo más sostenible y de mayor valor añadido.

Nos puede explicar en qué consiste la misión principal del Colegio de Economistas de las Islas Baleares.

Su misión principal es velar por la profesión, además de trabajar para poder ofrecer los mejores servicios a los colegiados. Muestra de su buen hacer son los más de un millar de colegiados que actualmente agrupa el colectivo, el cincuenta por ciento de los cuales, ejerce la profesión con despacho abierto al público.

La colegiación permite, además de la utilización de la denominación “economista”, disfrutar tanto de las múltiples ventajas y servicios que ofrece el Colegio, como del apoyo de una institución para que puedan incorporarse adecuadamente a la profesión que han elegido y para la cual se han preparado, logrando mantenerse en ella en las condiciones más dignas y ventajosas.

La defensa de los intereses de los colegiados ante las diferentes administraciones es una de las prioridades del Colegio. En este sentido, se establecen acuerdos de colaboración y se mantienen estrechas relaciones con los representantes de distintos organismos, como la Delegación del Gobierno en Baleares, la AEAT, la ATIB, el Registro Mercantil y la TGSS, entre otros.

Otra de las grandes preocupaciones del Colegio es la formación especializada. Con el fin de atender las necesidades de especialización y actualización de los economistas y profesionales de la empresa, el CEIB cuenta con la Escuela Práctica de Economía y Empresa, cuyo programa formativo se adapta continuamente a los cambios legislativos y las novedades que afectan a la profesión.

La sociedad balear, al igual que la española, está necesitada de mensajes positivos después de meses de desgaste mental, propiciado por las nefastas consecuencias económicas de la crisis sanitaria. ¿Podemos ser optimistas y pensar que 2022 será un año en relativamente normal, en el que se retomarán cifras de ocupación y negocio similares o más próximas a las de 2019?

Se debe ser optimista y pensar que si bien 2021 no ha sido el año de la recuperación el año 2022 puede ser un año excepcional en el que se avance hasta alcanzar niveles de actividad prácticamente homologables a los existentes en el 2019. Los fondos provenientes de la Next Generation UE, unidos a la mejora en los datos sanitarios pueden provocar el denominado “efecto Champaign” que muchos expertos ya habían vaticinado y que aparentemente ya se están produciendo en algunos sectores. La tensión existente en los precios de las materias primas y la energía parecen estar recogiendo las expectativas en esta recuperación. Falta saber si la recuperación en la compra de mercaderías y bienes de consumo duradero se hará extensiva también a la adquisición de servicios, y más específicamente, al capítulo de viajes y turismo.

La Unión Europea, el Gobierno Español y la Comunidad Autónoma de les Illes Balears muestran una clara implicación institucional para así conseguirlo. La aprobación del Plan de Ayudas al Covid, del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia Español y del Plan Next Generation UE, a los que se añade ahora: el Pacte de Reactivació y el Pla Estrègic de les Illes Balears, son elementos que animan al optimismo. Queda menos tiempo para que la pandemia pase al recuerdo.

Por último, ¿qué retos afronta el Colegio de Economistas de aquí a final de año?

Las nuevas tecnologías y la digitalización han irrumpido con fuerza durante la pandemia, están aquí para quedarse y es en esta línea es en la que estamos trabajando. Desde el Colegio queremos potenciar la digitalización de los despachos de los economistas, muy necesaria e imprescindible para mejorar en competitividad en un momento en el que está cambiando nuestra forma de trabajar y relacionarnos con la administración y con nuestros propios clientes.

El programa de mentoring es una de las iniciativas que hemos puesto en marcha recientemente y tiene como objeto dar apoyo a los colegiados que inician por cuenta propia su andadura profesional, dándoles la oportunidad de que se puedan aprovechar de los conocimientos y experiencia de sus mentores, todos ellos profesionales economistas experimentados.

Otro de los grandes proyectos es la próxima unificación con el Colegio de Titulados Mercantiles de las Islas, con la que se pretende agrupar los intereses de ambos colectivos, creando un Colegio fuerte que ofrezca una mayor representatividad en defensa de los intereses comunes.